Para solucionar las patologías existentes y ofrecer garantías de durabilidad, seguridad y solidez, pero también para cumplir con la certificación energética de los edificios y los requerimientos de mejora de eficiencia energética. Esta certificación se exige actualmente tanto a las grandes rehabilitaciones como a los edificios de nueva construcción, y próximamente deberá ser acreditada por cualquier edificación.
El decreto quiere informar a los compradores del grado de eficiencia de cada edificio. Para hacerlo, se etiquetará cada construcción con su clasificación energética en función del consumo energético y de las emisiones de CO2 anuales. Hay que realizar un estudio en profundidad del estado del edificio antes de emitir un diagnóstico, pero en líneas generales la rehabilitación de edificios:
- Garantiza la durabilidad y seguridad del edificio.
- Mejora su bienestar y reduce el consumo energético.
- Evita la devaluación del edificio, aumentando las expectativas de alquiler o venta y su valor patrimonial.
- Evita que los defectos de mantenimiento empeoren y generen rehabilitaciones más caras. Un buen mantenimiento ayuda a ahorrar dinero en un futuro.
- Mejora la eficiencia energética del edificio y el ahorro en este sentido.
- La rehabilitación de la fachada debe contemplarse como una acción preventiva. El primer paso es pedir la ITE o un informe a un Técnico especializado en fachadas.
Un edificio con una calificación eficiente, con mejor imagen, con más valor patrimonial, seguridad, tranquilidad, ahorro… Además, la eficiencia energética, la imagen y la solidez son buenos argumentos de cara a la posible venta del edificio.