Para conseguir un acabado profesional en tus paredes, lo más aconsejable sería acudir a profesionales para que realicen el trabajo, pero si quieres aventurarte a hacer esta actividad, te damos una serie de consejos para que puedas dejar tus habitaciones con un acabado de primera.
Lo primero es comprobar que disponemos de todos los materiales para pintar nuestra casa:
- Pintura
- Rodillo o cepillo
- Hojas de periódicos y plásticos
- cinta adhesiva
- Fondo de imprimación
- Agua
Una vez comprobados los materiales, toca elegir la pintura, es importante que escojamos una pintura adecuada para el tipo de superficie que vamos a trabajar. No es lo mismo el exterior que el interior ni el material de la superficie. Las principales marcas de pinturas ofrecen amplios catálogos en los que ilustran las características de sus productos. Hay que tener en cuenta que no todos los colores funcionan iguales, por ejemplo, las pinturas de colores oscuros destaca las irregularidades de la parte inferior por lo que requieren una preparación mucho más precisa de la pared. También hay que recalcar que dependiendo el color que tenga ya la pared, si esta está pinada con un color muy fuerte, lo apropiado sería usar una pintura de agua lavable. Sin embargo, esta última no se puede usar en habitaciones húmedas, ya que podrían formarse moldes. En este último caso, es preferible una pintura a base de agua transpirable.
Ya tenemos la pintura ideal escogida, ahora vamos con el material a utilizar. Hemos de elegir bien con que material vamos a aplicar la pintura. Si es la primera vez que se va a realizar un trabajo de esta magnitud, es mejor un rodillo, para evitar marcas del pasado en las paredes.
Una vez tenemos todo lo necesario, es hora de empezar a preparar la habitación, cubrir el suelo, bordes de paredes y todo lo necesario para no pasarnos horas limpiando una vez acabada la actividad.
Ya tenemos todo lo necesario, llega la hora de pintar. Lo primero es aplicar una mano de imprimación. Para prepararla tenemos que coger un litro de imprimador fijador o pintura de imprimación y diluirlo con seis litros de agua, una vez hecho esto, ya se podrá aplicar a la pared.
Una vez aplicada la imprimación, hay que dejarla secar al menos cuatro horas, una vez pasadas estas cuatro horas, pasamos la primera mano de pintura real. Una vez hecho este último paso, tendremos que esperar por lo menos 5 horas para dar la segunda mano.