Alemania está empezando a eliminar las energías nucleares, los combustibles fósiles y el carbón invirtiendo de manera firme en una opción más sostenible y segura a largo y medio plazo.
La energía puede marcar la diferencia entre un país que avanza y un país prisionero del pasado. Alemania esta impulsando una revolución renovable y la energía eólica y solar son los puntales de estas transformaciones.
En 2009 el país tenía 3800 megavatios de capacidad instalada y en 2015 alcanzó una capacidad instalada de más de 43GW la capacidad más alta de Europa y una de las más altas del mundo. En 2012 durante dos días consecutivos las plantas de energía solar fotovoltaicas instaladas en Alemania produjeron 22000 MWh en la hora del mediodía, equivalentes a la potencia de generación de veinte centrales nucleares.